El bienestar de nuestras mascotas depende en gran medida de su entorno, aunque no le demos mayor importancia, el clima es uno de los factores más determinantes. Con el cambio de temperaturas, nuestros animales de compañía también pueden verse afectados tanto física como emocionalmente. Cada estación del año tiene un efecto diferente en su estado de ánimo, pero vamos a centrarnos en cómo el otoño y el invierno repercuten en su salud.
La única manera de que sus dueños puedan actuar si se presentan ciertos síntomas es cuando están informados. La prevención es la mejor herramienta para protegerlos y lograr que las mascotas se sientan más saludables. Por lo tanto, prestarles mayor atención cuando las temperaturas son más frías o existe más humedad, es el punto de partida. Este artículo tiene como objetivo analizar cómo las variaciones climáticas tienen un impacto en nuestros fieles compañeros.
El impacto del otoño y el invierno en la salud de las mascotas
El cambio de estación, como del verano a otoño o del otoño a invierno, no solo influye en la salud de las personas, aumentando la incidencia de resfriados y constipados. Nuestras mascotas también están expuestas a riesgos, por lo que hay que proporcionarles un entorno seguro y adaptado a sus necesidades. Es responsabilidad de sus dueños tomar conciencia y estar atentos por si notan su malestar. A continuación, te explicamos qué debes tener en cuenta para evitar que enfermen.
Temperaturas frías
El frío puede debilitar temporalmente el sistema inmunológico, lo que hace que los animales sean más vulnerables, sobre todo, algunas razas.
- Riesgo de hipotermia. Las mascotas, especialmente aquellas de razas pequeñas o de pelo corto, son más vulnerables a las bajas temperaturas. Por ello, es fundamental ofrecerles un espacio cálido y acogedor donde puedan descansar y sentirse cómodos.
- Lesiones en las patas. Las superficies heladas pueden ocasionar lesiones en sus patas, como cortes o congelación. Se recomienda inspeccionarlas después de pasear en condiciones frías para asegurarse de que no hayan sufrido daños.
Enfermedades respiratorias
Durante el otoño e invierno, se observa un aumento en la incidencia de infecciones respiratorias, causadas por diversos virus y bacterias. Es fundamental tomar medidas preventivas para salvaguardar su salud, como ponerles la vacuna cuando les toca.
Además de la vacunación, es recomendable limitar su exposición a lugares con alta concentración de otros animales. Esta precaución es esencial para reducir el riesgo de contagio y la propagación de enfermedades respiratorias. La adopción de estas prácticas responsables minimizan su contacto con posibles fuentes de infección.
Alergias y problemas en la piel
En la temporada de otoño, los alérgenos como el polen continúan teniendo un impacto en la salud de nuestros fieles compañeros. Asimismo, la llegada del aire seco en invierno puede ocasionar complicaciones en la piel y el pelaje de los animales.
Para contrarrestar estos efectos adversos, se sugiere la utilización de humidificadores que ayuden a mantener un nivel adecuado de humedad en el ambiente. Además, es aconsejable emplear productos específicos diseñados para el cuidado de la piel y el brillo de su pelaje, puesto que este los protege de las inclemencias del clima.
Artritis y problemas óseos
Las mascotas de edad avanzada a menudo notan el malestar articular durante la temporada invernal. Por eso, es muy aconsejable ofrecerles un lugar de descanso que sea cálido y acolchado para un mayor confort. Al proporcionar un entorno adecuado, puedes estar convencido de que disfrutarán de una vida más cómoda y saludable.
Además, es recomendable considerar incorporar algunos suplementos específicos en su dieta para las articulaciones. Estos productos pueden ayudar a aliviar el dolor y mejorar la movilidad, lo que es esencial para ofrecerles mayor calidad de vida.
Cambios en la dieta y el ejercicio
Con la llegada del frío, las mascotas pueden experimentar cambios significativos en su dieta y nivel de actividad. Las bajas temperaturas suelen reducir su motivación para salir a pasear, lo que puede llevar a un estilo de vida más sedentario.
- Menos ejercicio. Con la llegada del clima frío, las mascotas tienden a estar menos activas, siendo un problema que afecta a su peso óptimo. Es esencial adaptar su dieta y seguir ofreciéndoles nuevas opciones para ejercitarse, incluso en el interior del hogar.
- Aumento de la ingesta de calorías. Hay dueños que tienden a aumentar las golosinas a sus mascotas, sobre todo en fechas especiales, como la Navidad. Para un mayor control, es recomendable elegir opciones más saludables.
Cambios en el comportamiento
Durante los meses más fríos, las mascotas pueden experimentar sentimientos de soledad o depresión. Esto se debe a que no tienen tanta actividad física al aire libre, lo que influye en la socialización. Para fomentar su bienestar emocional, es importante ofrecerles juguetes estimulantes, dedicar tiempo al entrenamiento y buscar los momentos de juego interactivo.
En conclusión, estamos seguros de que ya tienes más claro de cómo los cambios de clima afectan al bienestar de tu mascota. Hay que prestar una mayor atención a su comodidad, así como salud física y emocional. Además, tu veterinario de confianza te servirá de apoyo si notas algunos de estos síntomas, ponte en contacto con nosotros para que tu peludito o gatito siempre esté feliz y saludable.