En Clínica Veterinaria Molino de la Hoz sabemos que la cirugía de una mascota siempre resulta difícil y complicada para su dueño. Para nosotros, lo más importante es que tu mascota se encuentre atendida por profesionales que velen por su salud y le traten con el mismo cariño como si fuera la suya propia. Para ello, disponemos de un quirófano completamente equipado, con anestesia inhalatoria con respirador automático, para conseguir una cirugía más segura y un monitor multiparamétrico para controlar en todo momento el estado de tu mascota y evitar en todo lo posible, de este modo, accidentes anestésicos.
Cuando realizamos cualquier procedimiento quirúrgico, es necesario realizar a tu animal un chequeo preoperatorio, para ver cómo se encuentra el estado general de tu mascota y chequear su corazón. Con esto, se aumentan las posibilidades de éxito de la cirugía, evitando riesgos innecesarios; además de elegir el mejor protocolo anestésico para nuestro compañero. Por tanto, el preoperatorio es fundamental para cualquier intervención por pequeña que sea.
Durante toda la cirugía y el postoperatorio en nuestra clínica veterinaria disponemos de bombas de infusión para administrar los fluidos necesarios con la máxima precisión. Por supuesto, utilizamos material esterilizado con Autoclaves de Grado Médico (Clase B), para garantizar la ausencia de infecciones quirúrgicas en nuestra mascota.
Nuestro equipo de profesionales cuida al máximo el postoperatorio, para que cuando nuestro compañero despierte de la anestesia sea lo más suave posible y no le genere ningún estrés. Por ello, monitorizamos a tu mascota en un espacio con colchonetas antiescaras aislantes del frío, para que se encuentre lo más cómoda posible.