La desparasitación es un aspecto crucial del cuidado de mascotas, ya que tanto perros como gatos son susceptibles a una variedad de parásitos internos y externos. Aunque el objetivo final es el mismo, mantener a las mascotas sanas y libres de parásitos, existen diferencias significativas en los métodos y enfoques de desparasitación entre perros y gatos. En este post detallamos estas diferencias, los tipos de parásitos que afectan a cada especie, y las mejores prácticas para asegurar la salud de nuestras queridas mascotas. ¡Comenzamos!
Tipos de parásitos en perros y gatos
Parásitos internos
Perros: Los perros son comúnmente afectados por parásitos internos como lombrices intestinales, tenias, anquilostomas y tricocéfalos. Las lombrices intestinales son especialmente prevalentes en cachorros y pueden causar síntomas como diarrea, vómitos y pérdida de peso. Las tenias, por otro lado, se transmiten a menudo a través de pulgas infectadas. Además, los anquilostomas pueden causar anemia severa y debilidad, especialmente en perros jóvenes o inmunocomprometidos.
Gatos: En gatos, los parásitos internos más comunes incluyen lombrices intestinales, tenias y gusanos del corazón. Los gatos también pueden contraer protozoarios como Giardia y coccidios, que pueden provocar diarrea severa y deshidratación. Los gusanos del corazón son menos comunes en gatos que en perros, pero pueden ser extremadamente graves cuando ocurren, causando daño pulmonar y cardíaco significativo.
Parásitos externos
Perros: Los perros son susceptibles a una variedad de parásitos externos, incluyendo pulgas, garrapatas, ácaros y piojos. Estos parásitos no solo causan incomodidad sino que también pueden transmitir enfermedades como la enfermedad de Lyme, la erliquiosis y la anaplasmosis. Las infestaciones severas de pulgas pueden llevar a dermatitis alérgica por pulgas y anemia.
Gatos: Los gatos también pueden ser infestados por pulgas, garrapatas y ácaros, pero los piojos son menos comunes en ellos. Las pulgas son particularmente problemáticas ya que pueden provocar dermatitis alérgica y transmitir tenias. Además, los gatos son especialmente sensibles a los ácaros del oído, que pueden causar otitis externa y malestar significativo.
Métodos de desparasitación
Perros
La desparasitación en perros generalmente incluye una combinación de medicamentos orales y tópicos. Los tratamientos preventivos mensuales son altamente recomendados para mantener a los perros libres de parásitos internos y externos. Los medicamentos orales como milbemicina y fenbendazol son efectivos contra lombrices intestinales, tenias y otros parásitos internos. Para los parásitos externos, se usan comúnmente tratamientos tópicos como fipronil y permetrina, que son aplicados en la piel y proporcionan protección continua contra pulgas y garrapatas.
Gatos
La desparasitación en gatos requiere un enfoque ligeramente diferente debido a su fisiología única y sensibilidad a ciertos químicos. Los tratamientos orales y tópicos también son utilizados, pero es crucial seleccionar productos específicamente formulados para gatos. Los productos que contienen permetrina, por ejemplo, son tóxicos para los gatos. En su lugar, se utilizan productos con ingredientes seguros como selamectina y emodepsida. Los tratamientos mensuales también son recomendados para los gatos, especialmente aquellos que tienen acceso al exterior, para protegerlos contra pulgas, garrapatas y parásitos internos.
Frecuencia de desparasitación
Perros
La frecuencia de desparasitación en perros varía según la edad, estilo de vida y riesgo de exposición a parásitos. Los cachorros deben ser desparasitados cada dos semanas hasta las 12 semanas de edad, luego mensualmente hasta los seis meses. Los perros adultos generalmente se desparasitan cada tres meses, aunque aquellos con alto riesgo de exposición pueden necesitar tratamientos más frecuentes, especialmente si viven en áreas con alta prevalencia de parásitos o si tienen contacto regular con otros animales.
Gatos
Para los gatos, la frecuencia de desparasitación también depende de varios factores. Los gatitos deben ser desparasitados cada dos semanas hasta las 12 semanas, similar a los cachorros. Los gatos adultos que viven en interiores pueden ser desparasitados cada seis meses, mientras que aquellos que tienen acceso al exterior deben ser tratados cada tres meses. La evaluación regular por parte de un veterinario puede ayudar a determinar el mejor plan de desparasitación según las necesidades específicas del gato.
Prevención de parásitos
Perros
La prevención de parásitos en perros incluye mantener una higiene adecuada, evitar áreas infestadas de parásitos y usar tratamientos preventivos regulares. Mantener el área de vida del perro limpia y libre de excrementos ayuda a reducir el riesgo de infestación. También es importante revisar regularmente al perro en busca de signos de parásitos y llevarlo a chequeos veterinarios periódicos.
Gatos
Para los gatos, la prevención implica mantener una buena higiene, controlar las pulgas y limitar el acceso al exterior para reducir la exposición a parásitos. Los tratamientos preventivos regulares son cruciales, especialmente para los gatos que salen al exterior. Además, mantener la casa limpia y lavar regularmente la ropa de cama del gato puede ayudar a prevenir infestaciones.
Importancia del control veterinario
Tanto para perros como para gatos, el control veterinario regular es esencial para una desparasitación efectiva. Los veterinarios pueden realizar exámenes fecales para detectar la presencia de parásitos internos y recomendar el tratamiento adecuado. También pueden proporcionar asesoramiento sobre los mejores productos preventivos y la frecuencia de desparasitación según el estilo de vida y la salud de la mascota.
Si tienes preguntas adicionales o necesitas asesoramiento sobre la desparasitación de tu mascota, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En Clínica Veterinaria Molino de la Hoz estaremos encantados de atenderte. ¡Te esperamos!