Uno de los grandes peligros que podemos encontrar en las zonas verdes son las espigas. Las espigas son unas semillas de cereales que se caracterizan por sus pelos, que crecen en una sola dirección.

La mejor forma de prevenir que las espigas se claven en el pelo de nuestro perro es evitar pasear por zonas de hierbas altas y acudir a la peluquería canina con frecuencia. Aún así, es importante observar al animal.

Cuando la espiga está clavada sólo por la punta, puedes extraerlo tú mismo. Retírala con cuidado para no romperla y desinfecta la zona. Debes vigilar cómo avanza la inflamación -si la hubiera- y no dejarle lamer la zona afectada para que no se infecte. Si observas que el perro tiene picores, puedes echarle un spray calmante o un bálsamo reparador.

Si la espiga está enganchada profundamente, la punta habrá rozado la piel del perro haciendo una herida e introduciéndose en ella. Es importante acudir al veterinario en Las Rozas para que sea un profesional quien retire la espiga y desinfecte la herida. Si la espiga se ha logrado introducir completamente en la piel, el veterinario tendrá que hacer un pequeño corte para abrir el granuloma, empleando anestesia local.

Las zonas más habituales en las que se enganchan las espigas son las almohadillas del perro, de ahí que le veamos cojear. Desde la peluquería canina en Las Rozas, te aconsejamos dejar el pelo de las patas corto para poder revisar frecuentemente los dedos de las patas del perro. Otras de las zonas donde puedes encontrar fácilmente espigas son los ojos, el hocico y los oídos.

Para detectar a tiempo cualquier espiga, mantén el pelo corto de tu perro, elige bien los sitios donde le vas a pasear, cepilla su pelo y revisa su cuerpo con frecuencia.